GALBRAITH, UN LOCO LINDO PARA LEER UN 28 DE ABRIL


JOHN KENNETH GALBRAITH, UNO DE LOS LOCOS LINDO PARA LEER EN ESTA ÉPOCA

UN DÍA COMO HOY, UN 28 DE ABRIL EN LA HISTORIA Y EL DOCUMENTO DE REFLEXION SON…



DOCUMENTO PREPARADO POR MTRO. GERVASIO MARTÍNEZ PARA GM CAPAYPRY CON EQUIDAD SOCIAL – SERIE FILOSOFÍA

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DATO: EN 28 DE ABRIL 2006 FALLECE John Kenneth Galbraith, economista estadounidense de origen canadiense (n. 1908).

 

Hay que conocer su origen, sus estudios, con quien trabajó para poder entender su obra y pensamiento. GALBRAITH fue muy influyente con Roosevelt y con Kennedy, pero muy criticado por el empresariado norteamericano, y los economistas neoliberales.

Este artículo y recuerdo de GALBRAITH, me va a traer más enemigos empresariales, filósofos de la economía política neoliberal y de militares…pero ¿recién se dan cuenta?

«Yo reacciono de manera pragmática. Donde funciona el mercado, estoy a favor. Donde el Gobierno es necesario, yo estoy a favor. Me es profundamente sospechoso alguien que dice: "Estoy a favor de la privatización", o "Estoy profundamente a favor de la propiedad pública". Estoy a favor de lo que funcione en cada caso en particular». - C-SPAN, 13 de noviembre de 1994.

¡Si decía esto, es claro que sería criticado!

Galbraith nació de los canadienses de ascendencia escocesa, Su padre era agricultor y maestro de escuela. Su madre, ama de casa y activista de la comunidad,

En 1931 se le concedió una beca Giannini en Economía Agrícola (recibiendo 60 dólares al mes) que le permitió viajar a la Universidad de Berkeley, California, donde recibió una Maestría en Ciencias y un Doctorado en Economía Agrícola por la Universidad de California en Berkeley.

En 1937, se convirtió en ciudadano de los Estados Unidos, aunque dejó de ser ciudadano canadiense. En el mismo año, tomó una beca de un año de duración en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, donde fue influenciado por John Maynard Keynes y conoció a otros grandes economistas como SchumpeterPiero SraffaMichal Kalecki o Joan Robinson.

DURANTE LA GUERRA:

Galbraith dijo en una entrevista que consideró su trabajo en la OPA (Oficina de Administración de Precios), durante la guerra, como su mayor logro en la vida, ya que los precios fueron relativamente estables durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el papel de la O.P.A., así como todo el legado de las medidas de estabilización económica del gobierno estadounidense en tiempos de guerra desde una perspectiva a largo plazo, sigue siendo objeto de debate

“En esto, él y sus colegas de la Oficina de Administración de Precios habían tenido un éxito impresionante, guiando una economía que cuadruplicó su tamaño en menos de cinco años sin avivar la inflación que había obsesionado en la Primera Guerra Mundial, o dejaja un colapso desbalanceado después de la guerra del tipo que había causado tanto daño a Europa en la década de 1920", escribió su crítico Richard Parker.

 

LA POSTGUERRA.

Desde 1943 cuando fue removido de la O.P.A. debido a presiones empresariales, hasta 1948, fue editor de la revista Fortune. ​Esta revista del grupo Time/Life, era la publicación económica norteamericana más prestigiosa en medios empresariales. Su trabajo como redactor le permitió a Galbraith alcanzar un conocimiento de primera mano profundo sobre la organización y el funcionamiento de las grandes corporaciones americanas. También aprendió a depurar su estilo de redacción para hacerlo accesible al lector empresarial de la revista.

Otro análisis que fue criticado y nada menos que desde el poder militar.

RELATAN: “En 1945 participó en un equipo de analistas de alto nivel que investigaron sobre el terreno los efectos de los bombardeos en la economía alemana, interrogando incluso al ministro responsable del armamento de la Alemania nazi, Albert Speer. Las conclusiones formuladas por Galbraith fueron que los bombardeos no fueron determinantes en el resultado del conflicto ya que la producción militar alemana creció a lo largo de la guerra alcanzando su máximo en 1944 y que los bombardeos de ciudades eran contraproducentes al liberar mano de obra para las fábricas de armas. Estas conclusiones no fueron bien recibidas por la Fuerza Aérea Americana, que siguió adelante con sus planes de bombardeo en Japón hasta el trágico final de la guerra.”

¡Para no quererlos los amigos de la guerra!

El período de la posguerra también fue memorable para Galbraith debido a su trabajo, junto con Eleanor Roosevelt y Hubert Humphrey, para establecer una organización política progresista de los Americanos para la Acción Democrática (ADA) en apoyo de la causa de la justicia económica y social en 1947.

PERÍODO CON KENNEDY Y MÁS.

Durante su tiempo como consejero del presidente John F. Kennedy, Galbraith fue nombrado embajador de los Estados Unidos en la India de 1961 a 1963. Su relación con el presidente Kennedy era tal que regularmente pasó por alto al Departamento de Estado y envió sus cables diplomáticos directamente al presidente.

 En 1966, cuando ya no era embajador, declaró al Senado de los Estados Unidos que una de las principales causas de la guerra de Cachemira de 1965 era la ayuda militar estadounidense a Pakistán.

Después de la muerte de Kennedy y a pesar de su amistad con el nuevo presidente Lyndon B. Johnson, se distanció de la administración demócrata debido a su oposición a la presencia norteamericana en Vietnam. Por sus discrepancias con el Secretario de EstadoDean Rusk, no aceptó el puesto de embajador en las Naciones Unidas, que Johnson le ofreció a la muerte de Stevenson y se convirtió en uno de los líderes de la oposición universitaria y del Partido Demócrata a la Guerra de Vietnam.

Esto es para entender de que madera conceptual estaba hecho Galbraith.

AÑOS FINALES Y RECONOCIMIENTO

En el otoño de 1972 Galbraith fue consejero y ayudante del candidato rival de NixonGeorge McGovern en la campaña de la elección para la presidencia estadounidense. Durante este tiempo (septiembre de 1972) viajó en su papel de presidente de la Asociación Económica Americana (AEA) por invitación del gobierno chino a China con los economistas Leontief y Tobin y en 1973 publicó un relato de sus experiencias en el libro A China Passage. En este trabajo describe el régimen comunista de Mao Zedong en China en ese momento desde una perspectiva de la izquierda liberal norteamericana.

En 1997 fue nombrado Oficial de la Orden de Canadá y en 2000 fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad de los Estados Unidos. 

ESCRITOS Y PENSAMIENTO.

Incluso antes de convertirse en presidente de la Asociación Económica Americana, Galbraith fue considerado como un iconoclasta por muchos economistas, debido en parte a su consideración del análisis técnico y el modelado matemático de la economía neoclásica como algo divorciado de la realidad. 

En particular, planteó que la mayoría de los economistas habían descuidado en gran medida factores importantes, como la separación entre la propiedad y la gestión de las empresas, o los oligopolios y su influencia en el gasto gubernamental y militar, porque no son susceptibles de descripciones axiomáticas. En este sentido, trabajó tanto en economía política como en economía clásica.

Galbraith no responde al estereotipo de economista norteamericano, por sus ideas iconoclastas sobre la economía y las prácticas de sus pares. Su mayor preocupación no era el análisis econométrico o la teoría económica, sino analizar las consecuencias de la política económica en la sociedad y la economía política, de una forma accesible y eliminando gran parte de los tecnicismos utilizados por los economistas. Sus libros pusieron a la sociedad estadounidense frente a un espejo al advertir de los problemas estructurales de la economía,9​ criticar la guerra de Vietnam y replantear el papel del Estado, cuestionar el modelo individualista de decisión y abogar por la necesidad de instituciones del well-fare state que aún hoy día, más de 50 años después, la sociedad norteamericana tiene pendientes o en peligro de desaparición.

EN LA RECESIÓN DEL 2008 SU PENSAMIENTO ESTUVO PRESENTE.

Tras el comienzo de la Gran Recesión en 2008, su obra The Great Crash, 1929 (1955) y otras que advertían de los peligros de un desenfreno especulativo sin la debida supervisión gubernamental, recibieron la atención de nuevos lectores. En 2010, la Biblioteca de América publicó una nueva edición de sus principales obras, editada por su hijo, James K. Galbraith: The Affluent Society & Other Writings, 1952-1967: El Capitalismo Americano, The Great Crash, 1929, The Affluent Society, Y el nuevo estado industrial.

SU PENSAMIENTO EVOLUCIONA Y CRITICA SUS TESIS ORIGINALES

En American Capitalism: The Concept of Countervailing Power (1952) Galbraith concluyó que la economía estadounidense estaba dirigida por un triunvirato de grandes empresas, grandes sindicatos y un gobierno activista. En sus memorias de 1981 reconsideró sus tesis, ya que según su experiencia “numerosos grupos (los jóvenes, los pobres rurales, los trabajadores textiles y muchos consumidores) siguen siendo débiles y desvalidos”.

Eso es muy valiente, pero, lo más parecido en muchos países latinoamericanos.

 

 

POR QUÉ LOS POBRES SIGUEN SIENDO POBRES O LA SOLIEDAD OPULENTA.

En La sociedad opulenta (1958), que se convirtió en un superventas, Galbraith resumió su punto de vista de que para tener éxito, la América posterior a la Segunda Guerra Mundial debería realizar grandes inversiones en temas como carreteras y educación, utilizando fondos de impuestos generales.

Galbraith también criticó la suposición de que el aumento continuo de la producción material fuera un signo de salud económica y social. Debido a esto Galbraith se considera a veces uno de los primeros post-materialistas. En este libro, popularizó la vieja frase "sabiduría convencional". Galbraith trabajó en el libro mientras estaba en Suiza y había titulado originalmente Por qué los pobres son pobres, pero lo cambió a La sociedad opulenta a sugerencia de su esposa. La sociedad opulenta contribuyó (probablemente de manera significativa, dado que Galbraith era consejero del presidente Kennedy​) a la "guerra contra la pobreza", la política de gasto del gobierno introducida por las administraciones de Kennedy y Johnson.

Un hijo de agricultor que estudió con una beca en otro país, puede pensar en los pobres y desentrañar tener un pensamiento redistributivo de la riqueza, ¡pocos lo hacen! Vayan anotando, un sacrilegio económico

EL NUEVO ESTADO INDUSTRIAL.

En la edición impresa de The New Industrial State (1967), Galbraith amplió su análisis del papel del poder en la vida económica, argumentando que muy pocas industrias en los Estados Unidos encajan en el modelo de competencia perfecta. Un concepto central del libro es la secuencia revisada. La "sabiduría convencional" en el pensamiento económico retrata la vida económica como un conjunto de mercados competitivos gobernados, en última instancia, por las decisiones de los consumidores soberanos. En esta secuencia original, el control del proceso de producción fluye de los consumidores de las mercancías a las organizaciones que producen esas mercancías. En la secuencia revisada, este flujo se invierte y las empresas ejercen control sobre los consumidores mediante la publicidad y las actividades de marketing relacionadas.

Se atrevió a pensar y decir: En opinión de Galbraith, la principal función de las relaciones de mercado en este sistema industrial no es restringir el poder de los gigantes corporativos, sino servir como un instrumento para la implementación de su poder. Además, el poder de estas corporaciones se extiende a la cultura y política comercial, lo que les permite ejercer una influencia considerable sobre las actitudes sociales populares y los juicios de valor. Que este poder se ejerce en el interés miope de la expansión de la producción de mercancías y el estatus de unos pocos es incompatible con la democracia y una barrera para lograr la calidad de vida que el nuevo estado industrial con su riqueza podría proporcionar.

Decía: “La teoría convencional del poder de monopolio en la vida económica sostiene que el monopolista intentará restringir la oferta para mantener el precio por encima de su nivel competitivo”. Herejía para los modernos neoliberales. ¿No?

El costo social de este poder de monopolio es una disminución tanto de la eficiencia asignativa como de la equidad de la distribución del ingreso. Este análisis económico convencional del papel del poder de monopolio no abordó adecuadamente la preocupación popular sobre la gran corporación a finales de los años sesenta. La creciente preocupación se centró en el papel de la corporación en la política, el daño al medio ambiente natural por un compromiso absoluto con el crecimiento económico y la perversión de la publicidad y otros aspectos pecuniarios de la cultura. 

Un tercer trabajo relacionado fue Economics and the Public Purpose (1973), en el cual amplió estos temas discutiendo, entre otras cuestiones, el papel subordinado de la mujer en la gestión sin recompensa de un consumo cada vez mayor y el papel de la tecnoestructura en la gran empresa para influir en la percepción de objetivos de política económica sólidos.

RESUMAMOS: Se mete con todo y es muy actual. El poder económico controla el poder político o se hacen alianzas por su bienestar (hoy eso sucede en la China, en EEUU, UE y en Rusia, hoy nadie se salva), provoca el desastre del cambio climático actual, da lugar a una iniquidad social. También agregó los problemas de la discriminación de la mujer, y del consumismo vía la publicidad.

Eso lo vió en los años sesenta, y que decimos de hoy con la pandemia, solo le faltó que la “comunidad científica” no es tan independiente (se cuida de China, EEUU, UE), y que no fue precavida con la pandemia. Claro, siempre hay excepciones.

LA ÚLTIMA: LAS BURBUJAS FINANCIERAS.

En Breve Historia de la Euforia Financiera (1994), describe las burbujas especulativas a través de varios siglos, y argumenta que son inherentes al sistema de libre mercado debido a la "psicología de masas" y al "interés adquirido en el error que acompaña la euforia especulativa". Además, la memoria financiera es "notoriamente corta": lo que actualmente parece ser un "nuevo instrumento financiero" no es nada de eso. Galbraith advierte: "El mundo de las finanzas saluda la invención de la rueda una y otra vez, a menudo en una versión un poco más inestable". Para su análisis es crucial la afirmación de que el factor común en el auge y la caída es la creación de deuda para financiar la especulación, que "se vuelve peligrosamente fuera de escala en relación con los medios de pago subyacentes".

La crisis financiera de 2008, que sorprendió a muchos economistas, parecía confirmar muchas de las tesis de Galbraith.

EL LEGADO.

Las ideas principales de Galbraith se centraron en la influencia del poder de mercado de las grandes corporaciones. Creía que este poder de mercado debilitaba el principio ampliamente aceptado de la soberanía de los consumidores, permitiendo a las empresas ser productores de precios, en lugar de compradores de precios, permitiendo a las corporaciones con mayor poder de mercado aumentar la producción de sus bienes más allá de una cantidad eficiente.

Argumentó que, en situaciones de excesivo poder de mercado, los controles de precios controlaban efectivamente la inflación, pero advirtieron que no se utilizarían en mercados que fueran básicamente eficientes, como los bienes agrícolas y la vivienda. Señaló que los controles de precios eran mucho más fáciles de aplicar en las industrias con relativamente pocos compradores y vendedores. La opinión de Galbraith sobre el poder de mercado no era del todo negativa, también señaló que el poder de las empresas estadounidenses jugó un papel en el éxito de la economía estadounidense.

El argumento principal de Galbraith es que a medida que la sociedad se vuelve relativamente más rica, las empresas privadas deben crear la demanda de los consumidores a través de la publicidad, y mientras esto genera opulencia artificial a través de la producción de bienes y servicios comerciales, el sector público se descuida. Señala que mientras muchos estadounidenses eran capaces de comprar artículos de lujo, sus parques estaban contaminados y sus hijos asistían a escuelas mal mantenidas. (BRILLANTE, NO ES POSIBLE DECIRLO MEJOR)

 

Sostiene que los mercados por sí solos no proporcionan (o fallan en absoluto) para muchos bienes públicos, mientras que los bienes privados son típicamente "sobreproporcionados" debido al proceso de publicidad creando una demanda artificial por encima de las necesidades básicas del individuo. Este énfasis en el poder de la publicidad y el consiguiente consumo excesivo puede haber anticipado la caída de las tasas de ahorro en Estados Unidos y en otras partes del mundo en desarrollo. Esto describe perfectamente el tipo de sociedad capitalista actual en la mayoría de países. 

PERO GALBRAITH FUE UN POCO MÁS LEJOS EN SU PROPUESTA: propuso restringir el consumo de ciertos productos mediante un mayor uso de los impuestos pigouvianos (son un tipo de impuesto que busca corregir una externalidad negativa y/o positiva, ejemplo una contaminación “ecotasas”, o el impuesto al tabaco, dañino para la salud) y los impuestos sobre el valor de la tierra,​ argumentando que esto podría ser más eficiente que otras formas de impuestos, como los impuestos sobre el trabajo. La propuesta más importante de Galbraith era un programa que él llamó "inversión en hombres" - un programa de educación a gran escala financiado con fondos públicos, destinado a capacitar a los ciudadanos comunes.

 

En la imagen anterior se muestra la representación gráfica del efecto de un impuesto pigouvianos donde el:

·         1 representa la demanda después de impuesto

·         2 representa la demanda antes de impuesto

·         3 representa al costo privado (oferta)

·         4 representa al costo social (costo privado + externalidad = oferta)

·         5 representa la cantidad consumida final

·         6 representa la cantidad consumida sin impuesto

·         7 representa el precio inicial

·         8 representa el precio final

 

 

CRITICAS A GALBRAITH.

Para se justo, vamos a dar la otra cara, la otra opinión, lo que critican a Galbraith.

 

El trabajo de Galbraith en general, y La sociedad opulenta en particular, han atraído la crítica aguda de partidarios del laissez-faire desde el momento de sus publicaciones. El economista ganador del premio Nobel Milton Friedman en "Friedman sobre Galbraith y sobre curar la enfermedad británica" ve a Galbraith como una versión del siglo XX del radical conservador de principios de siglo XIX de Gran Bretaña. Afirma que Galbraith cree en la superioridad de la aristocracia y en su autoridad paternalista, que los consumidores no deben elegir y que todas las elecciones deben ser determinadas por aquellos con "mentes superiores":

Milton Friedman dice.  "Muchos reformadores -Galbraith no está solo en esto- tienen como objeción básica a un mercado libre que los frustra en el logro de sus reformas, porque permite a las personas tener lo que quieren, no lo que quieren los reformadores. Por lo tanto, cada reformador tiene una fuerte tendencia a ser contrario a un mercado libre."

Richard Parker, en su biografía, John Kenneth Galbraith: Su Vida, Su Economía, Su Política, caracteriza a Galbraith como un pensador más complejo. El propósito principal de Galbraith en el capitalismo: el concepto de poder compensatorio (1952) era, irónicamente, mostrar que el gran negocio era ahora necesario a la economía americana para mantener el progreso tecnológico que impulsa el crecimiento económico. Galbraith argumentó que las corporaciones estadounidenses dominantes habían creado una tecnoestructura que controlaba estrechamente la demanda de los consumidores y el crecimiento del mercado a través de la publicidad y la mercadotecnia. Aunque Galbraith defendió la intervención del gobierno, Parker señala que también creía que el gobierno y los grandes negocios trabajaban juntos para mantener la estabilidad.

Paul Krugman, que más tarde ganó el Premio en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel en 1994, minimizó la estatura de Galbraith como economista académico. Que era mediático y no un académico serio. No deja de ser curioso que Krugman haga estas críticas poco sólidas a Galbraith cuando él mismo es criticado en los círculos académicos conservadores por las mismas.

Otros economistas de gran influencia en la actualidad como Thomas Piketty han retomado muchos planteamientos de Galbraith y han fundamentado sus análisis con ingentes cantidades de datos demostrativos.

MIS CONCLUSIONES.

Esta breve síntesis homenaje a GALBRAITH, tomando de documentación accesible para ver su vida, origen, como estudió, y con quién compartió trabajo.

Con solo 25 años, ya tenía una responsabilidad única: ser de OPA en EEUU, en plena segunda guerra mundial, durante el gobierno de Roosevelt. Pero lo que vino después, su crítica al bombardeo en Alemania, no ayudó a terminar la guerra y siguieron bombardeando a Japón en 1945, se ganó muchas enemistades, empresariales, militares, de los posteriores neoliberales, pero todos toman algo de su antecesor en economía política.

Lo más importante es ver su pensamiento, su evolución y decir en 1981, ahora pienso distinto a lo de 1940 para salir de la crisis, pero también, su esfuerzo de ser divulgador de economía a la persona común, a pesar de ser criticado como “aristócrata” por Milton Freedman, o como “poco académico” por Krugman, que ellos también son “aristócratas” y “poco académico”.

De todos modos, se quiso poner sus criticas para tener un justo balance en la perspectiva histórica.

Lo más relevante es que su planteo ético de economía política es más radical que Keynes en algunos aspectos, más equilibrado entre lo público y lo privado, más de un aspecto intermedio entre el control de precios y el control de la inflación por el propio mercado. Soy consciente que esto también es polémico, pero, demostró en 50 años, no ser un negacionista absoluto del mercado. Tiene claro que el mercado solo, no soluciona las inequidades sociales.

Por otro lado, visionariamente plantea la catástrofe de hoy en pandemia, cambio climático, TIC que comprometen el empleo, la discriminación, las infructuosas guerras que no llevan a nada, solo a la mejorar la industria bélica. Lo destacable es que denunció que el consumismo que estimulan las empresas o grandes monopolios, y los gobiernos corruptos que se “la dejan pasar por ser empresarios amigos para la política”. También, denuncio a los empresarios prebendarios del estado y a los sindicatos que también juegan, si bien lo vió como “compensatorio”, y tal vez no, que siempre son corporaciones prebendarias también, pero sus voces siempre deben existir y se deben escuchar, no por la prebenda, Todas las voces valen, la de los pobres, informales, refugiados, discriminados también se deben escuchar. Todo esto nos dejan un mundo con serios problemas de cambios climáticos y de pandemias, los temas de discriminación, de guerras, como las de ahora, y de las que vendrán en el siglo XXI.

Fue un adelantado en la década de 1960 y 1970, eso se le debe reconocer.

Pero, lo que deja para pensar es su “inversión en humans” para generar nuevos empleos y más calificados con un proceso de fondos públicos en la educación, con impuestos de corregir externalidades negativas y positivas del mercado, o el impuesto a la tierra, como mejores que el impuesto al trabajo. Este punto debe seguir siendo analizado, para mejorar, por eso GALIBRIGTH, debe ser consultado en la biblioteca y en estar en la mesa del debate permanente.

 

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